La nueva Asamblea Nacional, que empieza funciones este 14 de mayo, no tendrá tiempo para descansar: al menos ocho reformas urgentes esperan su trámite. El Parlamento saliente, del periodo 2023-2025, no alcanzó a resolver temas clave como la autorización para bases militares extranjeras, la eliminación del financiamiento estatal a partidos políticos y varias reformas al Código Penal. El proyecto de bases militares ya tiene informe para segundo debate, pero recién podrá tratarse después del 29 de mayo. Mientras tanto, la reforma que busca cortar el financiamiento a los partidos recién podría aprobarse en julio, y todo apunta a que iría a consulta popular. El gobierno de Daniel Noboa, que contará con una mayoría oficialista, apuesta por apurar estos cambios para consolidar su proyecto político. En paralelo, hay una deuda histórica: 26 reformas al Código Penal que buscan desde endurecer penas hasta reconocer nuevas formas de violencia. También está pendiente la tan comentada reforma a la jubilación patronal, que pretende crear un fondo común administrado por el BIESS. En temas de democracia, urge meter mano al Código de la Democracia para frenar los procesos electorales improvisados por reglamentos del CNE. Además, la autonomía de los municipios y prefecturas podría fortalecerse con reformas al Código de Organización Territorial. Otro tema sensible es el Código de Protección Integral a Niños, Niñas y Adolescentes, una deuda que lleva años congelada. Para completar la montaña de pendientes, las reformas al Código Monetario y Financiero, vitales para fortalecer los órganos de control financiero, ya pasaron segundo debate y esperan aprobación final. La nueva Asamblea no solo tendrá que correr, sino también construir consensos para que las reformas no se queden en papeles olvidados. Todo esto mientras Daniel Noboa impulsa en paralelo la idea de una Asamblea Constituyente. Sin duda, el Parlamento arranca con el pie sobre el acelerador y en medio de tensiones políticas que podrían complicarlo todo.