Un reciente informe publicado por LeanIn.org y McKinsey & Company revela una preocupante realidad en el ámbito laboral de Estados Unidos: por cada 100 hombres que reciben su primera oportunidad como gerentes, solo 81 mujeres acceden a la misma oferta. Este estudio, que analiza la situación de las mujeres en las empresas estadounidenses, muestra que, a pesar de los avances logrados desde 2015, las barreras para el crecimiento profesional femenino siguen vigentes.

El informe resalta que el incremento de mujeres en puestos de liderazgo ha sido más notorio en áreas relacionadas con el personal, como recursos humanos, mientras que los puestos ligados a las operaciones y las ganancias, como el de CEO, muestran un crecimiento mucho más limitado para las mujeres. Esta disparidad subraya la falta de representación femenina en los roles con mayor poder de decisión y control.

A pesar de estos obstáculos, el informe señala que hay motivos para el optimismo. Comparado con hace una década, el 73% de las mujeres encuestadas afirman que han notado una mayor atención en la creación de entornos laborales inclusivos y respetuosos. Las empresas han implementado beneficios clave para los empleados que son padres o cuidadores, lo que ha resultado en una mayor satisfacción y retención del personal, especialmente entre las mujeres, quienes suelen tener más responsabilidades de cuidado.

Sin embargo, la pregunta persiste: ¿Cuánto tiempo más será necesario para que las mujeres logren una verdadera igualdad laboral con los hombres? Mientras la brecha en los ascensos persista, la paridad de género en el entorno laboral parece un objetivo aún distante.