La actividad del volcán Sangay en Ecuador ha mostrado un notable incremento desde la noche del martes 9 de julio de 2024, generando preocupación entre las comunidades cercanas y las autoridades de gestión de riesgos. Según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, la intensidad sísmica y la emisión de material piroclástico se han incrementado, evidenciando un estado volcánico crítico.

La noche del incidente, habitantes de varias ciudades ecuatorianas reportaron haber escuchado bramidos y sentido estruendos atribuidos a la actividad del volcán. El miércoles 10 de julio, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos confirmó la presencia de ceniza en la parroquia Copalillo, cantón Cumandá, provincia de Chimborazo, extendiéndose la alerta a otras áreas debido al modelo de viento predominante.

La mañana de este jueves 11 de julio, el Instituto Geofísico reportó que la nube de ceniza ha alcanzado una altura menor a 1.5 km sobre el cráter, desplazándose en dirección noreste y suroeste. Las provincias de Chimborazo, Manabí, Bolívar, Los Ríos y Guayas están en la ruta potencial de esta nube, lo que podría resultar en la caída de ceniza durante el día.

Ante este escenario, la Secretaría de Gestión de Riesgos ha emitido una serie de recomendaciones para las poblaciones afectadas, instando a los ciudadanos a tomar medidas de precaución, mantenerse informados a través de canales oficiales y prepararse para una posible afectación prolongada.

Este evento resalta la constante vigilancia que requieren los fenómenos naturales en el país, y la importancia de contar con planes de respuesta efectivos para proteger a las comunidades en riesgo.