El escenario político en Ecuador se sacudió este miércoles 14 de agosto, cuando la organización política ADN, liderada por el presidente Daniel Noboa, anunció la expulsión de la asambleísta María Fernanda Araujo. La legisladora, quien representa a la provincia de Chimborazo, había denunciado un presunto caso de nepotismo en la Gobernación de esa provincia, lo que generó tensiones dentro del partido oficialista.

En un comunicado, ADN señaló que la expulsión de Araujo se debió a sus declaraciones, las cuales "evidencian una postura contraria a la del gobierno". A partir de esta decisión, la asambleísta ya no podrá presentarse como miembro del bloque legislativo de ADN, marcando un distanciamiento claro entre Araujo y la línea oficialista.

Fernanda Araujo, quien es vicepresidenta de la Comisión de Justicia y Estructura del Estado, había convocado a Mishel Mancheno, secretaria jurídica de la Presidencia de la República, para que respondiera sobre la denuncia que apunta a que su padre, su tío y su primo formarían parte de la nómina de la Gobernación de Chimborazo. Sin embargo, Mancheno no se presentó ante la comisión, excusándose por escrito. Esta falta ocurrió poco después de que el Ejecutivo ordenara a ministros y secretarios de Estado no acudir al Legislativo, a excepción de temas técnicos y específicos, una medida que según el viceministro de Gobierno, Esteban Torres, responde a la "persecución y hostigamiento" que enfrentan los funcionarios.

Tras la decisión de ADN, Araujo reaccionó de inmediato, emitiendo un comunicado en el que expresó que, desde ahora, actuará "en libertad" y "sin ataduras". La asambleísta dejó claro que continuará con sus investigaciones, no solo enfocadas en la secretaria Mancheno, sino también en las acciones del gobernador de Chimborazo, Guido Puyol. Araujo, quien había manifestado previamente que el presidente Noboa "debería aplaudir a aquellos asambleístas que estamos denunciando la falta de ética", ahora se encuentra en una posición más independiente, dispuesta a seguir adelante con sus denuncias.

Esta expulsión ha generado un debate en la esfera política sobre la independencia de los legisladores y la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo en un contexto de crecientes tensiones. La decisión de ADN de apartar a Araujo por sus críticas internas refleja las complejidades y los desafíos que enfrenta el gobierno de Noboa en su relación con la Asamblea Nacional.