El 1 de septiembre de 2024, un joven de 26 años fue brutalmente asesinado en los exteriores de un chifa ubicado en la avenida Abdón Calderón y Guayaquil, en Sangolquí. La víctima, que llegó al lugar para entregar unas llaves a su jefe, fue abordada por un desconocido que le disparó en tres ocasiones a la altura del pecho, terminando con su vida en cuestión de segundos.

Todo comenzó cuando la víctima comentó a sus compañeros que "lo estaban grabando", una frase que inicialmente se interpretó como una broma. Según el reporte policial al que tuvo acceso Metro Ecuador, el joven se encontraba con una compañera en la entrada del establecimiento. Minutos antes del ataque, la testigo le había pedido que la llevara en su motocicleta, ya que su novio no podía ir a buscarla.

La testigo relató que mientras el joven se preparaba para arrancar la moto, una figura sospechosa apareció en la esquina de la calle Quiroga. Era un hombre delgado, de piel clara y con una camiseta blanca. Sin previo aviso, el agresor se acercó al joven, levantó su camiseta, sacó un arma y disparó tres veces contra él.

El joven intentó resistir, pero con las últimas fuerzas que le quedaban, le dijo a su compañera: "corre porque yo ya me morí". La mujer, atónita y cubierta de sangre, salió corriendo en busca de ayuda y logró refugiarse en una pizzería cercana, donde finalmente pudo contactar a la policía.

Al llegar al lugar, las unidades policiales encontraron al joven sin signos vitales, recostado sobre la acera junto a la motocicleta en la que se movilizaba. Los disparos a la altura del pecho habían causado una hemorragia masiva, y aunque se llamó de inmediato a una ambulancia, el personal médico solo pudo confirmar su deceso.

Las autoridades activaron de inmediato el protocolo de investigación, solicitando la presencia de la DINASED (Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros) y unidades de Criminalística para levantar el cuerpo y recoger las evidencias. El caso está siendo investigado, y se espera que las cámaras de seguridad cercanas y los testimonios de testigos puedan ayudar a identificar al agresor y esclarecer las razones detrás de este crimen.

Este asesinato ha conmocionado a la comunidad de Sangolquí, que en los últimos años ha visto un aumento de la violencia y la inseguridad en sus calles. Las autoridades instan a la ciudadanía a proporcionar cualquier información que pueda ser útil para la investigación, con el fin de llevar al responsable ante la justicia.