El papa Francisco falleció este lunes 21 de abril de 2025 a los 88 años, y con su muerte, se activa un proceso clave en el Vaticano: el Cónclave, que es la reunión secreta donde se elegirá al nuevo Papa. Esta vez, 135 cardenales menores de 80 años tienen el poder de voto, y 110 de ellos fueron nombrados por el propio Francisco. Aunque la mayoría son reformistas, no hay garantía de que el nuevo Pontífice siga esa misma línea. El Cónclave se llevará a cabo en la Capilla Sixtina, y su nombre viene del latín “cum clave”, porque los cardenales se encierran bajo llave hasta tomar una decisión. A diferencia de otros años, esta vez será el más concurrido de la historia: hay más cardenales electores que los 120 que dicta el número ideal.

Entre los participantes hay 24 latinoamericanos, aunque los europeos siguen siendo mayoría con 55. Los italianos, que antes dominaban el proceso, ahora suman solo 18 cardenales con derecho a voto. España, por ejemplo, tiene 13 cardenales en total, pero solo cinco podrán entrar a la Sixtina por edad. El ecuatoriano Luis Fernando Cabrera también estará presente, representando al país. Durante el pontificado de Francisco, se rediseñó el mapa eclesiástico, dando más espacio a Asia, África y América Latina. Asia pasó de 9 a 25 cardenales, mientras que África tiene ahora 18. Este Cónclave será uno de los más diversos de la historia, con representantes incluso de países como Irán, Lesoto, Tonga y Mongolia. El proceso será secreto y sin acceso a comunicaciones externas. Los cardenales votarán una y otra vez hasta llegar a un consenso. Solo cuando salga humo blanco del Vaticano, el mundo sabrá quién será el nuevo Papa.