En un acto que ha capturado la atención mundial, la organización ambientalista Futuro Vegetal llevó a cabo una protesta frente a la mansión de Lionel Messi en Ibiza. Los activistas arrojaron pintura negra y roja contra la propiedad del conocido futbolista, en un intento por destacar las implicaciones de la riqueza en la crisis climática actual.

Portando carteles con mensajes provocativos como "Ayuda al planeta. Cómete a los ricos. Acaba con la policía", los miembros de la organización intentaron subrayar el impacto ambiental de las élites económicas. Según un informe de Oxfam del 2023, el 1% más rico de la población mundial fue responsable de la misma cantidad de emisiones de CO2 en 2019 que el 66% más pobre.

La elección de la mansión de Messi no fue aleatoria. Adquirida en 2022 por aproximadamente 11 millones de euros, la propiedad ha sido criticada por supuestas irregularidades en su construcción, incluyendo la falta de cédula de habitabilidad debido a obras no autorizadas. Estos hechos han provocado un escándalo local, exacerbado ahora por la protesta.

Lionel Messi, actual delantero del Inter de Miami, con un salario anual de 20,4 millones de dólares, se encuentra en el centro de esta controversia que mezcla deporte, lujo y activismo ambiental. Este incidente plantea preguntas cruciales sobre la responsabilidad y el impacto ambiental de las figuras públicas y su estilo de vida.