La Casa Blanca se ha visto obligada a retractarse de un comentario reciente realizado por el presidente Joe Biden, en el que parecía respaldar la convocatoria de nuevas elecciones en Venezuela. Esta declaración, que generó controversia tanto en Venezuela como en la comunidad internacional, ha sido aclarada por la oficina presidencial, que indicó que el mandatario se refería al "absurdo" de que el actual presidente venezolano, Nicolás Maduro, no haya "aclarado" los resultados de las elecciones del 28 de julio.

Según un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Biden no estaba sugiriendo la necesidad de nuevas elecciones, sino destacando la incongruencia de la falta de transparencia por parte del régimen de Maduro. La declaración original de Biden causó revuelo, especialmente entre los opositores al gobierno venezolano, quienes interpretaron sus palabras como un reconocimiento implícito a la ilegitimidad de las elecciones pasadas.

Este desliz verbal del presidente estadounidense se produce en un momento delicado para las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela. A pesar de las tensiones políticas, Biden ha mantenido una postura crítica hacia el gobierno de Maduro, alineándose con otros países que cuestionan la legitimidad de su mandato.

La rectificación de la Casa Blanca intenta mitigar las repercusiones de los comentarios de Biden, subrayando que Estados Unidos sigue comprometido con apoyar al pueblo venezolano en su lucha por la democracia y los derechos humanos. Este incidente subraya las complejidades diplomáticas que rodean el tema de Venezuela y la cuidadosa calibración que se requiere en las declaraciones públicas de líderes mundiales.