Bolivia dio un paso clave contra el matrimonio infantil. La Cámara de Diputados aprobó una ley que prohibió cualquier boda con menores de 18 años. La norma eliminó las excepciones que permitían casarse a los 16 y 17 años con permiso de padres o tutores. El cambio modificó el Código de las Familias y del Proceso Familiar. Ahora solo falta que el presidente Luis Arce la promulgue. Organizaciones celebraron la decisión por su impacto en la protección de la niñez. Jimena Tito, de Save the Children, destacó que la medida marcó un avance enorme para los derechos de niños y adolescentes. Entre 2014 y 2024, la Defensoría del Pueblo registró más de 4.800 matrimonios y uniones tempranas de 16 y 17 años. El Servicio de Registro Cívico reportó 487 matrimonios de niñas menores de 15 años. Casi el 3% de las niñas bolivianas ingresó a unión libre o concubinato antes de los 15 años, según investigaciones citadas. Especialistas alertaron que esas uniones abren la puerta a violencia sexual, embarazo infantil y trata. El Ministerio de Salud contabilizó más de 458.000 embarazos en niñas y adolescentes entre 2015 y 2023. La senadora del MAS Virginia Velasco impulsó el proyecto en 2022 con apoyo de colectivos de derechos humanos. Contó que el caso de María, una adolescente presionada para casarse, la motivó a actuar. Los impulsores señalaron que los acuerdos familiares y las relaciones de poder alimentaron las bodas tempranas. También remarcaron que el problema se extendió en ciudades y áreas rurales. Con la nueva ley, Bolivia se alineó a recomendaciones de la ONU y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Defensoras advirtieron que el reto será cambiar la tolerancia social a estas prácticas. Planean campañas en escuelas, universidades y comunidades para difundir derechos y rutas de protección. El objetivo fue claro: que ninguna niña o adolescente vuelva a ser obligada a casarse.