La magia del Joga Bonito, esa esencia brasileña que cautivó al mundo durante décadas, parece desvanecerse. Mientras Brasil se enfrenta a Ecuador este viernes en Curitiba, surge una interrogante: ¿ha llegado el momento para los ecuatorianos de hacer historia?

Históricamente, Brasil ha sido una potencia en el fútbol mundial, un equipo que infundía respeto con solo mencionar su nombre. Sin embargo, la estrategia y el encanto del fútbol que caracterizaron a la selección han dado paso a un enfoque más europeizado y estratégico, menos vistoso y espontáneo.

Pelé, Garrincha y otros gigantes del pasado dieron lugar a un fútbol donde el balón "sonreía". Hoy, figuras como Rodrygo y Vinícius Jr. llevan la responsabilidad de revivir esa chispa, aunque sin el apoyo de una estructura que potencie su creatividad.Climax: Brasil no solo ha perdido el estilo que lo definía, sino que su rendimiento reciente en las Eliminatorias ha sido mediocre, con solo cinco victorias en los últimos 14 partidos y un escaso gol a favor. En contraste, Ecuador, bajo la dirección de Sebastián Beccacece, parece respirar un nuevo aire, lleno de ambición y con la mirada puesta en romper estadísticas.

El partido del viernes no es solo un encuentro más de clasificación. Es la oportunidad de Ecuador para desafiar la historia y posiblemente, inscribir su nombre con letras doradas al lograr una victoria en Brasil, un feat que pocos han conseguido.