Bryan Daniel Ramírez Guerrero, un adolescente de apenas 14 años, ha sacudido a Guayaquil con su acto de violencia sin sentido. El lunes 15 de abril, en el suroeste de la ciudad, acabó con la vida de Milton Rivera, un conductor de autobús de 56 años, en un acto de robo que dejó consternada a toda la población.

La Fiscalía General del Estado (FGE) ha actuado con rapidez y determinación en este caso. Tras su captura, el martes, un juez ha ordenado su internamiento preventivo por el delito de robo con resultado de muerte. Sin embargo, este hecho no se limita a un individuo; Erick Ismael Espinoza Farfán, de 24 años, también enfrenta cargos relacionados con este atroz crimen.

La noche fatídica, alrededor de las 20:35, el autobús de la línea 45 se convirtió en escenario de horror. Ramírez, Espinoza y otro individuo aún prófugo abordaron el vehículo con la intención de robar a los pasajeros. Sin embargo, su violencia no conoció límites: atacaron al conductor, arrebatándole no solo el dinero recaudado, sino también su vida.

El acto fue registrado por una cámara dentro del autobús, amplificando la indignación y la tristeza en la comunidad. La hija del conductor, testigo involuntaria del crimen de su padre, clamaba por su vida mientras los criminales consumaban su terrible acto. La violencia, la injusticia y el dolor se entrelazaron en una noche que nadie podrá olvidar.

El comandante de la Policía Nacional en la Zona 8, Víctor Herrera, confirmó que los detenidos ya tenían antecedentes por robos similares en la misma línea de autobuses. Este suceso no solo representa la pérdida de un ser querido, sino también la urgente necesidad de abordar la inseguridad que acecha a la ciudad.