El horror del caso Las Malvinas se vuelve más claro, pero aún deja muchas preguntas. El Comité Permanente de Derechos Humanos (CDH) reveló que el informe de autopsia confirma que tres de los cuatro menores asesinados tenían impactos de bala. Los cuerpos de Josué Arroyo (14), Ismael Arroyo (15) y Nehemías Arboleda (15) presentaban restos de disparos en la espalda y el cráneo. En el caso de Steven Medina (11), el informe señala golpes fuertes en el pecho y la cabeza, pero no se puede confirmar si recibió disparos, debido al estado de su cuerpo. El abogado del CDH, Fernando Bastias, aseguró que aunque no se identificó proyectil en Steven, todo apunta a que su muerte fue similar a la de los otros. Los cuerpos fueron encontrados calcinados en Taura, en una zona rural a 2 km de la cabecera parroquial. Los menores habían sido detenidos por patrullas de la FAE el 8 de diciembre de 2024. Los militares implicados aseguran que los dejaron libres en esa zona, pero el CDH sostiene que fueron ejecutados. El informe también menciona lesiones previas a la muerte, pero la perito no concluye que se trate de tortura. El Comité pedirá una ampliación al informe porque considera que las conclusiones son inconclusas. También se analiza el contexto en que ocurrieron las lesiones, que según Bastias, fueron en vida y reflejan violencia. La reconstrucción judicial de los hechos se realizó la semana pasada, desde el sur de Guayaquil hasta la zona rural de Taura. El documento de autopsia, aunque revelador, todavía no esclarece del todo la causa exacta de muerte. Las familias siguen exigiendo verdad y justicia. Y el país mira con atención lo que será una de las audiencias más esperadas del año.