Jorge Glas vuelve al banquillo. Este martes 17 de junio arrancó el juicio por el caso Reconstrucción de Manabí en la Corte Nacional. La Fiscalía lo acusa, junto a Carlos Bernal, de peculado por el presunto mal uso de los fondos destinados a la reconstrucción tras el terremoto de 2016. Desde las 07:00 hubo fuerte seguridad en la zona. Glas llegó en traje negro, acompañado de sus abogados y familiares. A las 09:00 la jueza Mercedes Caicedo instala la audiencia. La defensa intenta frenar el proceso con un nuevo informe psiquiátrico, pero la jueza lo rechaza. El fiscal Wilson Toainga inicia con fuerza y acusa a Glas de haber aprobado 11 obras que no eran prioritarias. Se habla de un perjuicio al Estado de más de 225 millones de dólares. En su turno, la defensa dice que todo es una “patraña” y que Glas no firmó ningún contrato. Los testigos empiezan a pasar al estrado. Uno de ellos asegura que se entregaron contratos millonarios a empresas relacionadas con Bernal. Otro testigo afirma que se priorizaron obras que no estaban afectadas por el terremoto. Al mediodía, la audiencia se suspende para que Glas tome sus medicinas. Más tarde, reaparece Ricardo Patiño, figura de la Revolución Ciudadana, y aprovecha una pausa para saludar a Glas. La presencia del exministro levanta comentarios. El juicio continúa con más testigos. La Contraloría dice que obras como la vía Manta-Colisa no tenían justificación. Mientras tanto, la jueza pide que haya paramédicos en la Corte, por el supuesto estado de salud de Glas. Este es el cuarto juicio por corrupción que enfrenta el exvicepresidente. El ambiente es tenso. Los abogados de los acusados piden la nulidad del proceso. La Fiscalía insiste en que hubo abuso de los fondos públicos.