José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, volvió a caer el 25 de junio de 2025 tras 535 días de fuga. El operativo del Bloque de Seguridad duró diez horas y se ejecutó en un búnker del sector Manta-Montecristi, Manabí. Ningún uniformado ni civil resultó herido. Cuando los soldados lo sacaron, llevaba ropa deportiva y una barba frondosa. El presidente Daniel Noboa confirmó la captura en X minutos después. El titular de la Asamblea, Niels Olsen, celebró la acción y recordó que las nuevas leyes de Solidaridad e Inteligencia “abrieron la puerta”. Olsen advirtió: “Caerán más, sin tregua”. Dentro del carro militar, “Fito” alcanzó a decirle al ministro de Defensa Gian Carlo Loffredo: “Ya me capturaron ministro, no soy como me pinta”. Loffredo respondió: “No es como lo pintan, ¿entonces?”. Tras la detención, el Gobierno anunció que iniciará su extradición a Estados Unidos. Allí enfrenta siete cargos por narcotráfico y armas que podrían llevarlo a cadena perpetua. La acusación estadounidense lo señala como aliado del Cártel de Sinaloa y jefe de una red que envió toneladas de cocaína. En Ecuador todavía pesan sobre él 23 procesos, entre ellos ocho asesinatos. Cumple una condena de 34 años por delincuencia organizada, asesinato y drogas. Se fugó por última vez el 7 de enero de 2024 de la Cárcel Regional de Guayaquil. Desde entonces fue declarado objetivo militar prioritario y se ofreció una recompensa de un millón de dólares. Inteligencia militar rastreó sus comunicaciones y ubicó el escondite. La caída coincidió con el aniversario de provincialización de Manabí. Videos oficiales muestran al capo esposado y rodeado por soldados fuertemente armados. La Corte Nacional de Justicia será la encargada de revisar el pedido de extradición, un trámite que podría alargarse.