La Corte Constitucional de Ecuador dio su visto bueno, este 15 de octubre de 2024, a la propuesta de reforma constitucional del presidente Daniel Noboa que busca permitir la presencia de bases militares extranjeras en territorio ecuatoriano. Con esta decisión, el proceso avanza y ahora deberá ser debatido por la Asamblea Nacional.

La propuesta de Noboa, presentada en septiembre, consiste en eliminar una parte del artículo 5 de la Constitución, que actualmente prohíbe la instalación de bases o instalaciones militares extranjeras. Este artículo también impide ceder bases nacionales a fuerzas armadas de otros países. La Corte determinó que la vía adecuada para esta modificación es una reforma parcial, lo cual significa que se puede tramitar sin necesidad de una Asamblea Constituyente.

Tras este aval, el siguiente paso es el debate en la Asamblea Nacional. El proyecto deberá discutirse en dos debates, con un plazo de 90 días entre cada uno. Si la Asamblea aprueba la propuesta, se procederá a la convocatoria de un referendo constitucional, donde los ciudadanos tendrán la última palabra sobre si se permite o no la presencia de bases militares extranjeras en el país.

La Corte también estableció que la Asamblea debe incluir en la convocatoria al referendo los argumentos que sustentan la reforma, las preguntas que se someterán a votación y cualquier anexo relevante. Este texto tendrá que pasar nuevamente por el control de la Corte antes de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo someta a votación popular.

Este dictamen ha generado opiniones divididas en el país. Mientras algunos consideran que la presencia de bases militares extranjeras podría fortalecer la seguridad nacional, otros critican que esto comprometería la soberanía del Ecuador. El presidente Noboa, por su parte, sostiene que esta reforma es necesaria para enfrentar de manera más efectiva las amenazas transnacionales, como el narcotráfico.

Con el aval de la Corte Constitucional, la discusión sobre el regreso de bases militares extranjeras a Ecuador entra en una fase decisiva, donde la opinión pública y el voto popular jugarán un papel crucial.