La crisis energética en Ecuador ha dejado un impacto devastador en el mercado laboral. Según los economistas Alberto Acosta Burneo y Walter Spurrier, los apagones registrados en 2024 provocaron la pérdida de 249 mil plazas de trabajo, tanto en áreas urbanas como rurales.

En su más reciente informe, “Análisis Semanal”, publicado el 13 de enero, los expertos detallaron que, hasta noviembre de 2024, había 132 mil empleos menos en comparación con el mismo mes de 2023. Este dato evidencia una preocupante tendencia al deterioro de las oportunidades laborales en el país.

“La falta de empleo es ahora el segundo mayor motivo de preocupación para los ciudadanos”, señalan los economistas, haciendo referencia a encuestas recientes que reflejan el descontento generalizado de la población.

Acosta Burneo y Spurrier cuestionaron las medidas del Gobierno para contener la pérdida de empleos y advirtieron que no han sido suficientes para frenar esta crisis. A su vez, criticaron los retrasos en los proyectos de ley en materia laboral, que se debaten actualmente en la Asamblea Nacional.

Los apagones no solo afectaron a las industrias, sino también a pequeños negocios y emprendimientos, especialmente en el sector rural, donde las oportunidades laborales ya son limitadas. La falta de acceso constante a energía eléctrica paralizó la producción y disminuyó los ingresos de miles de familias.

Por otro lado, los economistas exigen que los candidatos presidenciales presenten propuestas claras y viables para generar empleo y estabilizar el sistema energético del país. Sin soluciones concretas, advierten que el desempleo podría seguir aumentando en 2025.

La recuperación del mercado laboral dependerá de reformas profundas y una gestión eficiente de los recursos energéticos, concluyen los expertos. La población espera que las autoridades den prioridad a este problema y eviten que la crisis se agrave.