En un suceso que ha dejado conmocionada a la localidad de Laboulaye, en la provincia de Córdoba, Argentina, un joven de 14 años ha confesado haber asesinado a su mejor amigo, también de 14 años. El dolor y la incredulidad invaden a la familia de la víctima, Joaquín Sperani, y a toda la comunidad.

El día de su desaparición, Joaquín no volvió a casa después de la escuela. Las cámaras de seguridad mostraron a Joaquín con su amigo poco antes de que este último entrara a clases. Sin embargo, de Joaquín no había señales.

Cuatro días después, el cuerpo sin vida de Joaquín fue encontrado, y la autopsia reveló que murió a causa de varios golpes en la cabeza. "Se pudo establecer la presunta participación no punible de un niño de 14 años en la muerte", reveló el Poder Judicial de Córdoba, en un comunicado. El adolescente implicado ha sido detenido, pero su edad lo hace inimputable legalmente.

La confesión del adolescente fue revelada por el intendente de Laboulaye, César Abdala. Según el funcionario, el chico "se desmoronó" durante el interrogatorio, incapaz de explicar por qué tenía el celular de Joaquín.

Los padres de Joaquín, Mariela Flores y Martín Sperani, expresaron su consternación y dolor ante la trágica e incomprensible pérdida de su hijo. "No termino de entenderlo, es muy duro", comentó el padre de Joaquín, un eco de la pregunta que todos se están haciendo: ¿Por qué?