La subteniente del Ejército ecuatoriano, Aidita Pamela Ati, fue encontrada sin vida en su dormitorio en el Fuerte Militar Napo el pasado 29 de junio de 2024, desatando una serie de investigaciones rápidas y detenciones dentro de la institución militar. Con apenas 25 años, la muerte de Ati ha sido clasificada preliminarmente como asfixia por estrangulamiento según la autopsia inicial.

Desde el descubrimiento del cuerpo, el Ejército ha estado colaborando estrechamente con la Policía Nacional y la Fiscalía, que ha iniciado las investigaciones tratándolo como un caso de femicidio. Este enfoque se deriva del protocolo para muertes violentas de mujeres, que busca esclarecer las circunstancias y asegurar justicia para la víctima.

En una operación que refleja la gravedad de la situación, 18 miembros del Ejército fueron detenidos temporalmente, y al finalizar el día, cuatro oficiales permanecieron bajo custodia acusados de estar involucrados en el posible femicidio de Ati. Estos eventos han provocado una respuesta decidida del Ejército, que ha prometido actuar con total transparencia para evitar la impunidad.

El Ministerio de Defensa también ha expresado su profundo pesar y ha garantizado todas las facilidades necesarias para las investigaciones. La muerte de Ati no solo ha afectado a la comunidad militar, sino que ha reavivado debates sobre la seguridad y el tratamiento de las mujeres en las fuerzas armadas.