La tranquilidad de Montecristi, en la provincia de Manabí, se vio brutalmente interrumpida la noche del lunes 20 de mayo. Un grupo de sicarios perpetró un ataque armado en una cancha de ecuavóley ubicada en el barrio Los Espinos, dejando al menos cuatro personas fallecidas.

El ataque ocurrió aproximadamente a las 19:00, en plena actividad deportiva. Los residentes locales, que frecuentan la cancha para pasar un rato ameno, quedaron en estado de shock al presenciar la violencia desenfrenada. Testigos relatan que los atacantes llegaron al lugar armados y dispararon sin piedad contra un grupo de personas, causando una escena de terror y caos.

Este violento episodio no es un hecho aislado. Apenas un día antes, Diego Villamar, un agente de tránsito de Manta, fue asesinado en las instalaciones de la Empresa de Movilidad cantonal. El mismo grupo criminal que se atribuyó ese crimen, ha reivindicado ahora este ataque en Montecristi. La policía y las autoridades locales están en máxima alerta, intentando controlar una ola de violencia que parece no tener fin.

Las familias de las víctimas y la comunidad en general exigen respuestas y acciones concretas por parte de las autoridades. La población de Montecristi y de la vecina ciudad de Manta vive en una atmósfera de inseguridad y temor, esperando que se restablezca la paz y se haga justicia para las víctimas de estos horribles actos.