En lo que va del año 2024, Ecuador enfrenta una creciente crisis de desapariciones, con más de 500 personas aún sin ser localizadas, según datos del Ministerio del Interior. Este fenómeno ha generado preocupación en todo el país, especialmente en provincias como Guayas, Esmeraldas, Pichincha, Manabí y Los Ríos, que registran los números más altos de personas desaparecidas.

Las cifras revelan una tendencia preocupante: entre enero y julio de 2024, se reportaron más de 4 000 desapariciones. Aunque 3 354 personas fueron encontradas, 207 de ellas fueron halladas sin vida, mientras que 512 siguen desaparecidas. La Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec) señala que los casos han aumentado significativamente desde la pandemia, exacerbando una situación que ya era crítica.

El incremento de las desapariciones y la falta de resolución de estos casos han generado un clamor generalizado por parte de la sociedad civil y organizaciones como Asfadec, que piden acciones más efectivas por parte del Estado.

A estos problemas se suma la situación de los cuerpos no identificados en las morgues del país. Según Rueda, entre estos cadáveres podría haber personas reportadas como desaparecidas, lo que agrava el dolor de cientos de familias que aún esperan respuestas. En este contexto, la Asfadec hace un llamado urgente al gobierno de Daniel Noboa para que destine más recursos a la identificación de estos cuerpos y al cumplimiento de la Ley Orgánica de Actuación en Casos de Personas Desaparecidas y Extraviadas, aprobada en 2020.