El fentanilo, popularmente conocido como la "droga zombi", ha desatado una tragedia en el corazón de Nueva York. El pasado 15 de septiembre, un niño de apenas un año, Nicholas Dominici, encontró la muerte en su guardería a causa de una sobredosis de esta peligrosa sustancia.

Aquel fatídico día, la negligencia se convirtió en el peor enemigo de la inocencia. No solo Nicholas fue víctima. Tres niños en total fueron hospitalizados por contacto con el fentanilo. Sin embargo, solo Nicholas no sobrevivió.

Las investigaciones llevaron a un descubrimiento aterrador: un paquete con un kilogramo de fentanilo oculto bajo una colchoneta en el área de descanso de los niños. El Comisionado de Salud Ashwin Vasan advirtió del poder letal de esta droga, recalcando la facilidad con la que puede acabar con una vida adulta, y más aún con la de un niño.

En un giro lleno de tensión, la Policía de Nueva York ha arrestado a dos individuos, Grei Méndez y Carlisto Acevedo Brito, señalados como responsables. Sin embargo, ambos se defienden proclamando su inocencia, complicando aún más el panorama en este caso lleno de incertidumbre y dolor.