El martes 9 de enero de 2024 marcó un día sombrío para Ecuador, enfrentando una ola de violencia criminal que llevó al presidente Daniel Noboa a declarar un conflicto armado interno. Esta situación sin precedentes motivó la ejecución de acciones militares por parte de las Fuerzas Armadas, en un intento por restablecer el orden y la seguridad en el país.

Ante esta crisis, una ola de solidaridad internacional se ha levantado en apoyo a Ecuador. Gobiernos de todo el mundo han expresado su respaldo al presidente Noboa, enfatizando la necesidad de proteger a sus ciudadanos presentes en el país sudamericano.

Desde Rusia, la portavoz de la diplomacia, María Zajárova, condenó los métodos terroristas utilizados por grupos armados y ofreció condolencias a las familias de las víctimas. En un mensaje claro de apoyo, la diplomática subrayó la confianza en que Ecuador superará esta crisis.

Por su parte, la Embajada de España en Ecuador emitió una nota de condena hacia los actos violentos y reiteró su apoyo a las instituciones democráticas ecuatorianas. Este mensaje se acompaña de recomendaciones de seguridad para los ciudadanos españoles en el país, recordando el estado de excepción y el toque de queda vigente.

China, a través de su portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, manifestó su seguimiento cercano a los acontecimientos en Ecuador, expresando su confianza en las medidas del gobierno ecuatoriano para proteger a los ciudadanos y empresas chinas.

El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, también se sumó a las muestras de solidaridad, mientras que Colombia, a través de su Cancillería, expresó su respaldo a la institucionalidad democrática y al Estado de derecho en Ecuador. El presidente colombiano, Gustavo Petro, se mostró dispuesto a brindar el apoyo necesario.

En un llamado a la precaución, Francia aconsejó a sus ciudadanos posponer los viajes a Ecuador, reflejando la preocupación internacional ante la situación.

Este conjunto de respuestas internacionales refleja no solo la preocupación global, sino también el espíritu de cooperación y apoyo mutuo frente a crisis de seguridad. Ecuador, ahora en el centro de la atención mundial, enfrenta el desafío de superar esta situación, respaldado por una comunidad internacional que se solidariza con su causa.