El desierto de Atacama, conocido por ser el más seco del planeta, amaneció este jueves 26 de junio vestido de blanco gracias a una intensa nevada. El fenómeno ocurrió a 2.900 metros de altura cerca del plateau de Chajnantor, en Chile, a unos 1.700 km de Santiago. Las fotos son impactantes: un mar de nieve cubriendo antenas, montañas y todo lo que se encuentra a su paso. El observatorio astronómico ALMA tuvo que detener sus actividades científicas. Activaron el “modo supervivencia” para proteger los equipos y al personal. Reorientaron sus enormes antenas para que no colapsen con el peso de la nieve. Las temperaturas bajaron a 12 °C, pero la sensación térmica llegó a 28 °C bajo cero. Aunque esperaban una tormenta, la intensidad fue mucho mayor a lo previsto. Este tipo de eventos no se veía hace más de 10 años en la zona. El clima extremo transformó un paisaje seco y rocoso en una postal navideña. Las operaciones científicas están en pausa hasta nuevo aviso. El equipo de ALMA ahora se enfoca en investigar qué causó este fenómeno. Especialistas ya están recopilando datos para entender si esto tiene relación con cambios climáticos más grandes. Las imágenes se han viralizado y miles de personas comentan lo surrealista que se ve el Atacama cubierto de nieve. Este hecho ya dio la vuelta al mundo por lo inusual que resulta. El desierto, normalmente marrón y polvoriento, luce ahora como un escenario de película de invierno. La infraestructura del observatorio no reporta daños graves hasta el momento. El Centro de Apoyo a Operaciones también está bajo constante revisión. Los expertos seguirán monitoreando el clima durante los próximos días. Por ahora, las investigaciones científicas se congelaron… literalmente.