El día que Ambato se vino abajo: el terremoto de 1949


Un desastre que dejó una ciudad en ruinas y cambio la historia de los ambateños
El 5 de agosto de 1949, la tierra tembló con furia en la sierra central ecuatoriana. Un terremoto de 6.8 grados sacudió Ambato, Pelileo, Patate, Baños y Píllaro en cuestión de segundos, dejando miles de muertos y destruyendo casi todo a su paso. El epicentro estuvo en Pelileo, donde el impacto fue tan brutal que la ciudad tuvo que ser reubicada. Se calcula que más de 5,000 personas murieron, aunque algunos dicen que la cifra fue aún mayor. En Ambato, el panorama era desolador: la Catedral quedó en escombros, el Mercado Central colapsó con cientos de personas dentro y las calles se convirtieron en un caos de llanto y desesperación. Sin agua, luz, ni comunicación, los sobrevivientes buscaban entre los restos de la ciudad a sus familiares, muchas veces sin éxito. A pesar del horror, la solidaridad no tardó en llegar. Brigadas de rescate, médicos y voluntarios viajaron desde todo el país para ayudar, mientras que naciones como Venezuela, Argentina, Chile y Estados Unidos enviaron asistencia. En medio del dolor, Ambato decidió no rendirse. Dos años después, en 1951, nació la Fiesta de la Fruta y de las Flores, como símbolo de renacimiento y gratitud por la ayuda recibida. Hoy, la ciudad sigue creciendo con más fuerza que nunca, pero el recuerdo de aquel fatídico 5 de agosto sigue vivo en su gente, en sus calles y en su historia.
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