En un controversial fallo, la periodista Huang Xueqin y el activista Wang Jianbing fueron condenados a cinco años y tres años y medio de prisión respectivamente, en China. Ambos, figuras prominentes del movimiento #MeToo y defensores de derechos laborales, enfrentan acusaciones de “incitación a la subversión del poder estatal”.

El juicio, marcado por la falta de garantías, ha sido objeto de críticas por parte de diversas ONG internacionales. Según reportes, ambos han sido privados de su libertad por más de mil días desde su arresto en 2021, negando constantemente las acusaciones en su contra.

Adicionalmente, se informó que propiedades de Huang valoradas en 100 mil yuanes fueron confiscadas y será privada de derechos políticos por cuatro años tras su liberación. Organizaciones como Amnistía Internacional han condenado estas acciones, calificándolas de tácticas gubernamentales para silenciar voces críticas bajo el pretexto de seguridad nacional.

Huang fue una de las precursoras del Me Too en China en 2018, destacándose por exponer casos de acoso sexual en importantes universidades. Junto a Wang, organizaba reuniones sobre temas sociales, lo que al parecer alertó a las autoridades chinas.

Este caso no es aislado y parece ser parte de una ola de represión que viene desde antes del Me Too, incluyendo incidentes como las detenciones en 2015 de mujeres que protestaban contra el acoso en transporte público.