Lily Allen, la reconocida cantante británica de 39 años, ha revelado en una reciente entrevista con The Sunday Times los estrictos controles que ella y su esposo, el actor David Harbour, aplican sobre el uso de sus celulares. Ambos deciden qué aplicaciones puede tener cada uno en sus teléfonos, una medida que han adoptado para mantener el control y equilibrio en su vida digital.

"Mi marido es el cuidador, por lo que controla lo que puedo tener como aplicación en mi teléfono. Yo también soy la controladora del suyo", comentó Allen durante la entrevista. Esta dinámica parece ser una forma efectiva para la pareja de mantenerse enfocados y evitar distracciones innecesarias.

Lily también reveló que ha optado por un teléfono menos tecnológico, un dispositivo para niños llamado Pinwheel. "Ahora tengo un teléfono para niños llamado Pinwheel. No tiene capacidad de navegación ni redes sociales, pero aún puedes tener Uber y Spotify", explicó la artista. Esta decisión subraya su compromiso por reducir la exposición a las redes sociales y a la navegación en internet, priorizando funciones esenciales.

Además, Allen compartió que ha retirado los teléfonos inteligentes de sus hijas, de 11 y 12 años, después de leer sobre los posibles impactos negativos que estos dispositivos pueden tener en los niños. "Les quitamos los teléfonos inteligentes porque creemos que aún no deberían tener acceso a ellos", señaló Allen, destacando la importancia de proteger a sus hijas de la sobreexposición digital.

La decisión de Lily Allen y David Harbour sobre el uso de los celulares plantea una reflexión interesante: ¿Dejarías que tu pareja tuviera acceso a tu celular? Este nivel de transparencia y control mutuo puede parecer extremo para algunos, pero para esta pareja, representa una manera de fomentar la confianza y el equilibrio en su relación y en su vida familiar.