El Gobierno anunció una baja de 7 centavos para las gasolinas Extra y Ecopaís desde el 12 de noviembre de 2025. Presentó el ajuste como alivio para el bolsillo. Expertos en energía y economía ven más cálculo político que lógica técnica. Nelson Baldeón explicó que la fórmula se apoya en el WTI del mes anterior. Ese cálculo, dijo, no refleja el mercado real que cambia cada día. Además, Ecuador importa componentes y paga fletes y transporte que encarecen cada galón. La reducción no alcanza al diésel, que sigue siendo el combustible clave para movilidad y producción. Según Baldeón, la refinería no opera con eficiencia y obliga a importar naftas para completar la mezcla. El esquema oficial usa una banda mensual, mientras en Estados Unidos los precios se calculan en tiempo real. Para el analista, la coyuntura electoral empujó el anuncio y podría venir un rebote el próximo mes. Con producción petrolera a la baja y refinerías a media marcha, el efecto es más mediático que fiscal. La dependencia de combustibles terminados o semirrefinados presiona la logística y el costo final. Baldeón recordó que la AIE prevé un WTI débil en 2026, cerca de 52 dólares por barril. Atribuyó esa proyección a exceso de oferta y a nuevas políticas energéticas en Estados Unidos. Aun así, advirtió que en Ecuador el problema de fondo es la falta de producción y de refinación. El Gobierno habló de un cambio en el método de comercialización, pero no publicó detalles técnicos. Alberto Acosta señaló que no existe decreto ni resolución que explique la nueva metodología. Él recomienda comparar con el año previo y no con series largas por choques como la guerra en Ucrania. Con ese contexto, recordó que la Extra y Ecopaís costaron 1,75 dólares en noviembre de 2020, 2,67 en noviembre de 2022 y 2,91 en noviembre de 2025. Su conclusión es que la baja responde al mercado internacional más que a un rediseño transparente de la fórmula.