En una tragedia que ha conmocionado a Irán, el presidente Ebrahim Raisí y el ministro de Exteriores Hosein Amir Abdolahian murieron el domingo en un accidente de helicóptero. La aeronave en la que viajaban desapareció cuando regresaban de Tabriz, acompañados por otras dos aeronaves que lograron llegar a su destino sin problemas. Los medios oficiales iraníes inicialmente informaron de un "aterrizaje forzoso", pero no dieron detalles sobre las causas del siniestro.

El helicóptero transportaba también al gobernador de Azerbaiyán Oriental, Malik Rahmati, al líder de los rezos de los viernes en Tabriz, Mohammad-Ali Al-Hashem, y varios miembros del equipo presidencial, incluidos dos pilotos, un asistente de vuelo, el jefe de seguridad presidencial y un guardia. Todos perdieron la vida en el accidente.

El viaje de Raisí a la frontera con Azerbaiyán tenía como propósito inaugurar una presa junto al presidente azerbaiyano, Ilham Alíev. Este proyecto se veía como un avance significativo en las relaciones bilaterales tras años de tensiones. Tras perder contacto con la aeronave, se desplegaron al menos 65 equipos de rescate en la región montañosa de Varzeqan, pero las operaciones se dificultaron por el mal tiempo, la lluvia y la densa niebla. Los restos del helicóptero y sus ocupantes fueron hallados finalmente el lunes por la Media Luna Roja.

El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, anunció este lunes que el vicepresidente primero, Mohamad Mojber, será el presidente interino del país. Además, se decretaron cinco días de luto nacional en honor a Raisí y sus acompañantes. Mojber, quien asumirá temporalmente la presidencia, tiene un perfil económico y ha dirigido varias entidades financieras importantes.

La Constitución iraní establece que Mojber deberá coordinar la elección de un nuevo presidente en un plazo máximo de cincuenta días. Por su parte, Ali Bagheri Kani, hasta ahora viceministro de Exteriores y negociador nuclear, ha sido nombrado como el nuevo jefe de la diplomacia iraní en sustitución de Abdolahian.

Las autoridades iraníes han anunciado la realización de una ceremonia fúnebre en Tabriz para el martes, además de rezos hoy mismo en Teherán y otros puntos del país. La muerte de Raisí y su equipo ha dejado un vacío en el gobierno iraní, mientras el país se prepara para un proceso de transición y elecciones presidenciales en julio.