Jesse Kipf, un hombre que aparentemente murió en enero de 2023, fue descubierto vivo por agentes federales de Estados Unidos. Su residencia en Kentucky no solo reveló su existencia, sino también un plan complejo para piratear bases de datos gubernamentales con el objetivo de evitar el pago de la manutención de su hija. Kipf, quien debía más de 116 mil dólares en manutención, se robó las credenciales de un médico de otro estado para acceder al sistema de registro de defunciones de Hawái y crear un certificado de defunción falso.

En su intento desesperado por eludir la justicia, Kipf adoptó una nueva identidad y continuó vendiendo información privada robada a compradores internacionales, incluidos contactos en Argelia, Rusia y Ucrania, según los fiscales. La investigación también reveló que Kipf había buscado en su computadora frases como: "padre fallecido por atraso en la manutención infantil en California" y "eliminar la manutención de menores de California para los fallecidos", lo que muestra la premeditación de su acto.

Finalmente, la justicia alcanzó a Kipf, quien fue condenado a seis años y nueve meses de prisión por fraude informático y robo de identidad con agravantes. Además, no logró su cometido y ahora deberá pagar más de 195 mil 700 dólares en pensión alimentaria, además de indemnizar los daños causados a sistemas informáticos gubernamentales y corporativos. Este caso deja en evidencia hasta dónde pueden llegar algunos para evadir sus responsabilidades.