En un acto de justicia para los animales, la Agencia Metropolitana de Control (AMC) de Quito sancionó con una multa de USD 4,600 a Marco L., un ciudadano residente en la ciudadela Ibarra, al sur de Quito. Este acto se dio luego de que varias denuncias ciudadanas alertaran sobre el deplorable estado de un perro con paraplejia bajo su cuidado.

El canino fue hallado en la terraza de la vivienda, inmóvil, rodeado de sus heces, con signos claros de desnutrición y abandono. Su estado era tan crítico que no podía moverse, exponiéndolo a la intemperie y a un sufrimiento constante. Los vecinos, conmovidos por los gemidos y aullidos del animal, reportaron la situación a las autoridades.

La intervención de la AMC llevó a los tutores del perro a trasladarlo a un centro veterinario, donde, lamentablemente, debido a su avanzada edad y al grave deterioro de su salud, los profesionales decidieron que la eutanasia era la opción más humanitaria.

Este caso resalta la importancia de la buena tenencia de animales de compañía, la cual no solo implica proporcionar alimento y un lugar para dormir, sino también asegurar atención veterinaria regular, ejercicio adecuado y un entorno seguro. La normativa municipal es clara: cualquier persona que provoque intencionalmente daño o sufrimiento a los animales será sancionada con el equivalente a 10 remuneraciones básicas unificadas.