Manette Baillie, una británica de 102 años, decidió celebrar su cumpleaños de una manera que pocos se atreverían a intentar: saltando en paracaídas desde una altura de dos mil metros. Esta hazaña no solo la convierte en la paracaidista más longeva del Reino Unido, sino que también refleja su valentía y un espíritu inquebrantable.

Al momento del salto, Baillie admitió haber sentido algunos nervios, pero eso no la detuvo. "Cuando se abrió la puerta pensé: no hay nada más que pueda hacer o decir, es solo saltar", recordó. Y así lo hizo. Con los ojos cerrados, se lanzó al vacío, experimentando una adrenalina que, según ella, no tiene comparación. Su aterrizaje fue impecable, y aunque llegó sin aliento, expresó con alegría: "¡Fue maravilloso!".

Además de demostrar su fortaleza y determinación, Manette aprovechó la ocasión para recaudar USD 12,000, los cuales serán destinados a tres obras benéficas. Entre estas, una ambulancia aérea para la región de East Anglian, un aporte a una asociación dedicada a las enfermedades neuronales motoras, y un donativo para el club social de los residentes del barrio de Benhall.

Esta no es la primera vez que Manette se destaca por sus celebraciones poco convencionales. En 2022, con motivo de su centenario, condujo un Ferrari, demostrando que la edad no es un impedimento para vivir experiencias emocionantes. Hija y esposa de paracaidistas, Manette sirvió en el Servicio Naval Real Femenino durante la Segunda Guerra Mundial, una etapa en la que fue desplegada en Sudáfrica y Egipto.