En un intento por proteger la salud de su población frente a una ola de calor "sin precedentes", el gobierno de Irán ha declarado dos días de vacaciones, tanto para el sector público como privado. Con temperaturas que han superado los 50 grados en las provincias del sur y 40 grados en la capital, el país persa ha decidido tomar un respiro.

El portavoz del gobierno, Ali Bahadri Jahormi, anunció que el próximo miércoles y jueves serán festivos en todo el país. "Cuando hace calor, hace calor para todos", declaró, asegurando que esta decisión atañe a todos los sectores.

Las empresas, ya sean públicas o privadas, que deseen continuar con sus operaciones deberán obtener un permiso especial, que será revisado por los ministerios competentes.

Este anuncio ocurre en medio de la crisis climática global, que ha hecho más frecuentes fenómenos extremos como las olas de calor, según el IPCC. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió recientemente que este julio ha sido el más caluroso registrado a nivel global.

La región de Oriente Medio está lidiando con el impacto severo del cambio climático: incendios, sequías e inseguridad alimentaria amenazan a los países, y otros como Egipto se enfrentan a cortes de electricidad debido al alto consumo en verano.