La provincia de Zamora Chinchipe ha sido testigo de la conclusión de un caso profundamente perturbador pero significativo para la justicia local. Marcos Efraín M. P., un padre que abusó sexualmente de su hija desde que ella tenía 13 años, ha sido condenado a 29 años y cuatro meses de prisión después de un proceso judicial exhaustivo que captó la atención de la comunidad local y nacional.

Este caso comenzó en 2013 y continuó hasta 2018, cuando fue descubierto por un tío de la víctima. Los detalles del caso revelan un patrón de abuso que ocurrió en el entorno aparentemente seguro del hogar familiar, subrayando una cruel traición a la confianza y protección que se esperan de un padre.

La sentencia fue dictada por el Tribunal de Garantías Penales y ratificada por la Corte Provincial de Justicia de Zamora Chinchipe, estableciendo no solo una pena privativa de libertad sino también una multa de 600 salarios básicos unificados, equivalentes a USD 260,000, y una reparación integral de USD 5,000 para la víctima. Este fallo destaca la gravedad con la que el sistema judicial trata los crímenes de abuso sexual, especialmente aquellos cometidos contra menores por sus propios familiares.

Además de la condena, el proceso judicial fue notable por los esfuerzos del acusado para apelar y revertir la decisión. Sin embargo, después de una apelación fallida y un recurso de casación abandonado por falta de presencia del acusado, la sentencia fue finalmente ejecutoriada. Esto no solo cierra el caso sino que también envía un mensaje poderoso sobre la intransigencia de la justicia frente a intentos de evasión y manipulación legal.

Este caso debe servir como un severo recordatorio a la comunidad sobre la importancia de la vigilancia y la intervención en situaciones de abuso. Es crucial que los ciudadanos estén informados y preparados para actuar, no solo en protección de sus seres queridos sino también para apoyar el sistema judicial en su esfuerzo por aplicar la ley de manera justa y rigurosa.