Jenna Ortega, quien comenzó su carrera actoral a los nueve años, ha logrado reconocimiento global sin las complicaciones comunes en la infancia de muchos actores infantiles. Durante una reciente entrevista con The New York Times, Ortega compartió cómo su madre jugó un papel crucial en protegerla dentro de un ambiente a menudo desafiante.

"Mi madre me vigilaba como un halcón", dijo Jenna, refiriéndose a las rigurosas medidas que su madre tomaba para asegurarse de que su carrera no interfiriera con su educación y bienestar general. Esta supervisión materna fue una barrera entre Jenna y las experiencias negativas que otros niños actores han enfrentado, como se reveló en la serie documental "Quiet on Set" de Nickelodeon.

Ortega también destacó la importancia de la educación, mencionando que sus padres no le permitían actuar a menos que sus calificaciones fueran adecuadas. "Los niños no deberían trabajar, deben trepar árboles e ir a la escuela", afirmó. Esta perspectiva muestra un enfoque equilibrado hacia la carrera temprana y la educación, resaltando los desafíos particulares que enfrentan los niños en la industria del entretenimiento.

A pesar de los desafíos y las ocasiones en que Jenna dudó de su elección de carrera debido a su temprana edad, afirmó no cambiaría nada, reconociendo tanto las ventajas como los obstáculos de su camino único.