La sonda Parker, lanzada en 2018, sigue haciendo historia en su misión hacia el Sol. Con un peso de solo 678 kg, esta resistente nave ya ha orbitado el astro 21 veces, pero ahora se encuentra en su punto más cercano: 6,2 millones de kilómetros.

Para visualizar esta hazaña, si la distancia entre la Tierra y el Sol se redujera a un metro, la sonda estaría a solo 4 centímetros del astro rey, un logro sin precedentes en la exploración espacial.

Equipada con una protección especial de carbono de 11,43 cm de grosor, Parker enfrenta temperaturas extremas de hasta 6.000 grados Celsius en la corona solar. Sin embargo, no hay garantía de que esta protección sea suficiente.

La NASA espera recibir el próximo 27 de diciembre señales que confirmen que la sonda sigue funcionando. Este paso marcaría un avance significativo para la ciencia espacial.

El objetivo principal de la misión es estudiar la corona solar, una región misteriosa con temperaturas mucho más altas de lo esperado, y comprender mejor el comportamiento del viento solar. Este fenómeno tiene un impacto directo en la Tierra, afectando servicios de telecomunicaciones y energía eléctrica.

Los datos recopilados ayudarán a los científicos a resolver enigmas sobre cómo se genera y propaga la energía solar, permitiendo prepararse mejor ante sus efectos.

Esta misión, que combina innovación y valentía, podría revolucionar nuestro entendimiento del Sol y su influencia en el sistema solar.