Manta volvió a estremecerse la tarde del 27 de agosto cuando Junior Rubén Quijije Espinal, de 26 años, fue asesinado a bala en un callejón del barrio “La Cuca”, el ataque ocurrió mientras salía a hacer una compra y fue interceptado por sicarios en moto que dispararon al menos siete veces, el joven fue llevado por vecinos al Centro de Salud Daniel Acosta, pero los médicos solo confirmaron su muerte, en la escena criminalística recogió casquillos y Medicina Legal trasladó el cuerpo al Centro Forense, con este crimen la ciudad suma 330 muertes violentas en 2025 y queda a una sola de igualar las 331 registradas en todo 2024, la parroquia Eloy Alfaro concentra 74 de esos casos y sigue siendo de las zonas más peligrosas, el jefe policial Jaime Salgado reconoció que no hay cámaras de seguridad en el sitio y eso complica la investigación, también explicó que la víctima no tenía antecedentes y era residente del sector, pero la falta de colaboración de vecinos dificulta avanzar, por ahora no hay hipótesis claras del motivo del asesinato ni de quiénes estarían detrás, el sicariato mantiene en alerta a Manta, ciudad considerada estratégica por su puerto y sus actividades comerciales, en los últimos años el distrito ha sido golpeado por disputas del crimen organizado y la violencia ya no distingue ni hora ni lugar, pese a los patrullajes y operativos policiales la criminalidad no cede, y este 2025 podría superar la cifra del año pasado en menos de nueve meses, un reflejo del miedo que viven los barrios y de la urgencia de respuestas más contundentes frente a la inseguridad.