En un giro sorprendente del caso Purga, se ha descubierto que Mayra S., mientras ejercía como funcionaria del Consejo de la Judicatura, desempeñaba un papel clandestino como intermediaria entre clientes y mujeres asociadas con la televisión ecuatoriana para servicios de compañía.

Revelaciones obtenidas de chats recuperados de su celular ofrecen una visión reveladora de sus actividades ilícitas. En octubre de 2023, Mayra mantuvo una conversación con un usuario conocido como «Katherine», donde expresó interés en mujeres de la televisión. En el intercambio, Mayra preguntó por chicas de televisión disponibles, mientras que «Katherine» ofreció investigar, señalando las actitudes actuales de las mujeres del medio.

La conversación continuó con Salazar mostrando interés en una supuesta clasificación de las mujeres disponibles, mientras «Katherine» compartía una serie de fotografías de las candidatas. Estas imágenes fueron luego enviadas a un tercero no identificado, quien expresó interés en dos de las mujeres.

Salazar solicitó más detalles, incluidos los precios, y «Katherine» respondió que las mujeres destacadas tenían un valor de 700 unidades monetarias. Después de confirmar esta información, Mayra indicó que informaría a «su amigo», cuya identidad permanece sin revelar en las conversaciones recopiladas por la Fiscalía General del Estado.

Estas revelaciones arrojan luz sobre la participación de Salazar en actividades ilícitas mientras ocupaba un cargo público, planteando interrogantes sobre la integridad del sistema judicial y la moralidad de quienes lo integran.