La mayoría de las mujeres reconoce el calor intenso y repentino de un bochorno, un fenómeno común de la menopausia. Pero ¿sabías que este ardor podría predecir futuras enfermedades? Un reciente estudio, presentado en Filadelfia, asocia los bochornos intensos con niveles elevados de la proteína C reactiva, un marcador de enfermedades cardíacas, y un biomarcador que podría anticipar el Alzheimer.

El hecho alarmante, según la Dra. Stephanie Faubion, es que es la primera vez que se relacionan los sofocos con los biomarcadores sanguíneos de Alzheimer. Así que, si pensabas que los bochornos eran solo una molestia pasajera, hay nuevas evidencias que sugieren que podríamos estar ignorando señales críticas sobre nuestra salud futura.

De acuerdo con investigaciones, estos síntomas vasomotores nocturnos, más allá de afectar el sueño, podrían estar señalando alteraciones en el cerebro. Y, a su vez, los bochornos diurnos se vinculan a altos niveles de inflamación, un precursor común de enfermedades cardíacas.

Dado que las enfermedades cardíacas son la causa principal de muerte en mujeres a nivel global, es esencial prestar atención a estos indicadores. La recomendación, además de monitorear los bochornos, es mantener un estilo de vida saludable con ejercicio regular, dieta balanceada y control del estrés.