En una medida sin precedentes, el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York ha decidido retirar de su exhibición una colosal colección de 12,000 restos humanos. Esta acción se lleva a cabo en un intento de combatir la deshumanización y la explotación irresponsable de los cuerpos exhibidos, incluyendo a aquellos de nativos americanos y negros esclavizados. Los restos serán trasladados a un nuevo almacenamiento, con algunos de ellos siendo repatriados.

El presidente del museo, Sean M. Decatur, hizo eco de sus sentimientos en una carta dirigida a los empleados, que luego fue filtrada a CNN. "Ningún individuo ha dado su consentimiento para que sus restos se incluyan en la colección de un museo", expresó Decatur, aludiendo a la falta de ética detrás de dicha práctica. Esta decisión marca un antes y un después en cómo los museos perciben y manejan la historia humana.

El museo, en un esfuerzo por transformar su perspectiva, también tiene planes de dejar de mostrar elementos y objetos elaborados con huesos humanos que fueron recolectados de manera irresponsable. Esta transformación busca romper con prácticas del siglo XIX y XX, donde investigadores utilizaban restos humanos para agendas defectuosas centradas en la supremacía blanca.

"Estamos hablando de antepasados, víctimas de tragedias violentas o representantes de grupos explotados. Exhibirlos de esta manera solo amplifica esa explotación", señaló Decatur. A pesar de las críticas, el presidente sostiene que la retirada no afectará el valor patrimonial de las exposiciones del museo.

Finalmente, el museo también anunció que no adquirirá, conscientemente, ningún objeto que haya sido recolectado o recuperado en circunstancias que respalden prácticas irresponsables o destrucción de sitios arqueológicos y culturales. Sin duda, esta es una decisión que marcará un nuevo estándar en el mundo de los museos. ¿Qué opinas?