La tensión en el Caribe estalló en los aeropuertos de Venezuela. El 22 de noviembre, varias aerolíneas cancelaron vuelos hacia y desde ese país. Iberia detuvo operaciones programadas. TAP también frenó sus rutas. Avianca suspendió su servicio por precaución. Caribbean Airlines se plegó a la decisión. GOL interrumpió sus vuelos comerciales. Latam pausó su operación hacia Caracas. La alarma se activó tras una comunicación de la FAA de Estados Unidos. El aviso pidió extremar precauciones al acercarse al FIR Maiquetía. La autoridad estadounidense describió un deterioro de seguridad en la zona. Reportó mayor actividad militar en Venezuela y alrededores. Señaló riesgos para aeronaves en todas las altitudes y hasta en tierra. El aviso se mantiene vigente y regirá hasta febrero. Las aerolíneas que planeen entrar al espacio aéreo venezolano deben avisar con 72 horas de anticipación. Deben entregar a la FAA todos los detalles de la operación. En paralelo, Colombia activó protocolos a través de Aerocivil. La entidad pidió a las compañías un análisis de impacto, desvíos y medidas de seguridad. La Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela advirtió que los vuelos internacionales podrían verse afectados por actividades ajenas a la aviación civil. Copa Airlines, Rutaca, Laser, Turkish Airlines y Wingo mantuvieron sus itinerarios, mientras el USS Gerald Ford navegó al sur del Caribe con una misión anunciada contra el narcotráfico.