Scarlett Johansson se encuentra en el centro de una controversia tras descubrir que OpenAI utilizó una voz similar a la suya en su nuevo sistema ChatGPT 4.0, a pesar de haber rechazado previamente la oferta para colaborar. La actriz reveló que Sam Altman, CEO de OpenAI, le ofreció ser la voz de la última versión del sistema, con la esperanza de que esto ayudaría a los consumidores a sentirse más cómodos con la inteligencia artificial. Sin embargo, Johansson declinó la oferta por motivos personales.

Nueve meses después, al lanzarse la nueva versión de "Sky", amigos, familiares y el público notaron la sorprendente similitud entre la voz del sistema y la de Scarlett Johansson. La actriz, al escuchar la demostración publicada, se sintió sorprendida, enojada e incrédula al notar que básicamente era su voz. La situación se agravó cuando Altman publicó un tuit con la palabra “her”, haciendo referencia a la película donde Johansson le dio voz a una inteligencia artificial llamada Samantha.

Antes del lanzamiento oficial de ChatGPT 4.0, Altman intentó contactar nuevamente a Scarlett para que reconsiderara su decisión, pero el sistema ya se había lanzado con la voz en cuestión. Esto llevó a Johansson a tomar acciones legales, exigiendo una explicación detallada sobre cómo se creó la voz de “Sky”. La controversia suscitada obligó a OpenAI a eliminar la voz del sistema.

“En una época en la que todos lidiamos con los deepfakes y la protección de nuestra propia imagen, nuestro propio trabajo, nuestras propias identidades, creo que estas son preguntas que merecen una claridad absoluta”, declaró la actriz, subrayando la importancia de la transparencia en la creación de contenidos digitales que imitan voces reales.

El caso ha abierto un debate sobre los límites de la inteligencia artificial y la necesidad de regulaciones más estrictas para proteger la identidad y el trabajo de las personas en la era digital. Mientras tanto, OpenAI ha expresado su compromiso de revisar sus políticas para evitar futuros incidentes similares.