Gustavo Petro está furioso. Desde Sevilla, España, donde asiste a una cumbre de la ONU, el presidente colombiano rompió el silencio sobre el explosivo reportaje de El País. Según el medio español, su exministro Álvaro Leyva buscó apoyo de congresistas republicanos en EE.UU. para sacarlo del poder. La trama incluye nombres grandes: incluso menciona a la vicepresidenta Francia Márquez. Petro fue claro: “todos los mencionados deben dar explicaciones públicas y ante la justicia”. El presidente no confirmó si lo dicho por Leyva es cierto, pero aseguró que hay que investigarlo. Señaló que esto parece una conspiración con la extrema derecha y el narcotráfico para destruir su gobierno. Petro también recordó que fue él quien nombró a Leyva como canciller sin calcular consecuencias. Dijo que creyó en su “vocación de paz”, pero que terminó siendo víctima de una venganza. Leyva habría usado grabaciones, rumores y hasta presiones internacionales para impulsar la idea de que Petro tiene problemas de adicción. Francia Márquez, por su parte, negó tener relación con el supuesto plan. El reportaje asegura que Leyva incluso se reunió con el congresista Mario Díaz-Balart para influir en el secretario de Estado Marco Rubio. El objetivo: presionar desde fuera y posicionar a Márquez como presidenta. Petro calificó esto como un “acto canalla” y “bárbaro”. Aseguró que, de ser cierto, se trataría de un intento ilegal por frenar el “gobierno del cambio”. El escándalo apenas empieza, pero ya está causando un terremoto político en Colombia. Mientras tanto, el país y el mundo observan atentos cómo se desarrolla este nuevo capítulo en la presidencia de Petro.