La Catedral de Cuenca se llenó de mashos o mariposas nocturnas en un fenómeno que sorprendió a locales y turistas.

Miles de estos insectos revolotean por el Parque Calderón, chocándose con los transeúntes y pegándose a paredes y techos.

Los expertos explican que este hecho se debe al cambio de estación y a las recientes lluvias en la región.

Tras un largo periodo de sequía en 2024, estas mariposas emergieron al encontrar condiciones ideales de humedad.

Los mashos estuvieron en estado de pupa bajo el suelo esperando la llegada de las lluvias para completar su metamorfosis.

La potente iluminación de la Catedral y decoraciones navideñas actuaron como una trampa de luz.

La luz atrae a muchas especies de polillas, incluidas las Ascalapha odorata y Thysania zenobia.

Ambas son conocidas por su gran tamaño y son confundidas con murciélagos por su apariencia y hábitos nocturnos.

El biólogo Édgar Segovia señaló que este fenómeno es cíclico y desaparecerá cuando termine su ciclo vital.

El ingeniero ambiental Kabir Montesinos afirmó que estos insectos son totalmente inofensivos.

También resaltó su importancia en el ecosistema, ya que ayudan a polinizar plantas y alimentan a otros animales.

Carlos Orellana, de la Comisión de Gestión Ambiental, pidió a la población no temerles y cuidar su entorno.

Expertos identificaron al menos 10 especies de polillas en el centro histórico de Cuenca durante esta explosión poblacional.

Este fenómeno ha causado curiosidad, pero también preocupación por el impacto de las luces artificiales en la biodiversidad.

Los mashos desaparecerán pronto, dejando una lección sobre la relación entre la naturaleza y el entorno urbano.