En la constante búsqueda de autenticidad y sostenibilidad, Productos OLÉ resalta por su estrategia de mercado que prioriza materias primas frescas y locales, marcando un antes y después en la industria alimenticia del Ecuador. Con una inversión que asciende a 1,3 millones de dólares, la compañía ha sabido posicionar sus productos artesanales en mercados tan competitivos como Estados Unidos, España y Australia, gracias a su inconfundible sabor y calidad.

La esencia de OLÉ radica en su respeto por la tradición y la tierra, colaborando directamente con más de 280 familias agricultoras ecuatorianas. Cada fruta y verdura es seleccionada para resaltar los sabores auténticos del campo, bajo un proceso que excluye aditivos innecesarios. Esto no solo ha generado un impacto positivo en la economía local, sino que también ha propiciado un ciclo virtuoso de consumo responsable y confianza entre los consumidores.

Pedro Vega, Gerente General de OLÉ, enfatiza la importancia de "abrazar el arte de la producción artesanal", asegurando que cada producto creado es una obra que celebra la riqueza agrícola del Ecuador. Este compromiso se ve reflejado en la satisfacción de sus clientes y en la contribución a un desarrollo sostenible y equitativo.

La diferencia de OLÉ se palpa en cada detalle: desde el rostizado de vegetales hasta el meticuloso despulpado del maracuyá, cada paso está diseñado para mantener la calidad superior que sus consumidores merecen. Los resultados hablan por sí solos, con estudios de Ipsos y Mucho Mejor Ecuador confirmando que la preferencia por productos locales seguros y de confianza está en alza.

OLÉ no solo es sinónimo de excelencia, sino también de un fuerte compromiso con el bienestar social y económico de Ecuador. La visión de la empresa de mantenerse arraigada a sus valores originales y operar como un agente de cambio positivo, asegura un futuro donde la tradición y la innovación van de la mano.