El corazón de Quito empieza a latir al ritmo de la Navidad. El Panecillo, uno de los lugares más emblemáticos de la capital ecuatoriana, se está transformando en un deslumbrante pesebre gigante. Con el inicio del montaje aéreo, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) está materializando un proyecto que busca revitalizar las tradiciones navideñas y crear espacios de convivencia para la comunidad.

Desde el 15 de diciembre hasta el 6 de enero de 2024, este mágico lugar no solo será un espectáculo visual, sino también un punto de encuentro para emprendedores locales, quienes ofrecerán lo mejor de la gastronomía ecuatoriana. El pesebre estará iluminado cada noche, desde las 18h30 hasta las 22h30, invitando a familias y turistas a sumergirse en un ambiente festivo único.

La figura de San José, imponente con sus 38 metros de altura, es la primera en asumir su posición final. Pronto se le unirán los tres reyes magos, cuyas figuras, de aproximadamente 29 a 31 metros cada una, prometen ser igualmente impactantes. Estas esculturas, junto con un árbol navideño adornado con una estrella de 17 metros e iluminado con tecnología LED, son el centro de un esfuerzo que ha comenzado desde la segunda semana de octubre, incluyendo labores de armado en suelo, soldadura, pintura y más.