Refugiados en embajada en Caracas: sin agua ni electricidad


Cinco asilados en la embajada argentina en Caracas denuncian cortes de electricidad Y vigilancia extrema
Cinco opositores venezolanos, miembros del equipo de María Corina Machado, llevan más de nueve meses refugiados en la embajada argentina en Caracas. Denuncian estar bajo “asedio” por parte de las fuerzas de seguridad del Gobierno de Nicolás Maduro, con cortes de electricidad y vigilancia constante.
El grupo, que incluye a Omar González y Magalli Meda, asegura que su aislamiento ha empeorado desde noviembre, cuando la electricidad fue cortada y se implementaron estrictos controles en los alrededores del edificio. Drones, francotiradores y amenazas de allanamiento han intensificado su situación.
Aunque Argentina les otorgó asilo político, los asilados no pueden salir de la embajada sin arriesgarse a ser arrestados. Según González, el daño psicológico es devastador, agravado por la falta de agua corriente y luz, elementos básicos que dependen de un generador diésel.
Magalli Meda, gerente de campaña de Machado, describe su aislamiento como una “prisión”. En sus momentos de soledad, pinta animales como símbolo de libertad perdida. Por otro lado, Pedro Urruchurtu trata de mantener su rutina diaria con ejercicios físicos en el patio, a pesar del estrés del confinamiento.
El Gobierno de Maduro niega que la residencia esté bajo un bloqueo, pero continúa su presión sobre los asilados. La comunidad internacional ha sido criticada por su inacción ante la crisis. Mientras tanto, los activistas temen ser detenidos si abandonan la embajada.
La oposición venezolana sostiene que el gobierno de Maduro manipula el sistema judicial y los procesos electorales. Esta situación, que comenzó tras las disputadas elecciones presidenciales de julio, es solo un capítulo más en la lucha por una Venezuela democrática.
Los asilados siguen llamando a la comunidad internacional a actuar con urgencia, mientras enfrentan la Navidad en aislamiento.