Tras celebrar el fin de la pandemia del COVID-19 el pasado 5 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y expertos internacionales nos recuerdan que la enfermedad sigue presente.

Con la aparición de la nueva variante BA.2,86, que ha causado alarma en la comunidad científica por su alto grado de mutación, el llamado es claro: ¡no desempolvemos las mascarillas! Aunque por ahora esta variante ha sido detectada en un número reducido de personas, el riesgo persiste.

Sorprendentemente, pese a las alertas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) no han emitido recomendaciones para reincorporar el uso de la mascarilla N95. Pero, si las hospitalizaciones por COVID-19 aumentan, este panorama podría cambiar.

Es vital recordar las medidas básicas de protección: vacunación, uso adecuado de la mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social. Porque aunque la pandemia haya "terminado", el virus sigue buscando formas de afectarnos.