El paro nacional cumplió 11 días y se mantuvo focalizado, pero el ambiente cambió con una advertencia del Gobierno. El ministro del Interior, John Reimberg, dijo el 2 de octubre en Teleamazonas que podrían detener a los responsables de la violencia. En esa lista incluyó a posibles “autores intelectuales” que, según él, financian e impulsan disturbios. Sin nombrarla de forma directa, apuntó a la presidenta de Revolución Ciudadana, Luisa González. Reimberg señaló que también pagarán quienes promueven el caos y dañan la propiedad de los ecuatorianos. Afirmó que hay figuras que salieron a ofrecer alimento a manifestantes que causan desmanes en una provincia. El ministro sostuvo que dirigentes de RC no lograron inscribirse para hacer campaña por el No en la consulta. Añadió que el correísmo no supera la derrota en las presidenciales de 2025. Además, dijo que buscan agitar las calles con ayuda de “ciertos pseudolíderes indígenas”. Con esas frases, el movimiento que se mantenía en un rol menor quedó en el centro del debate. La reacción de Luisa González llegó rápido desde su cuenta en X. La dirigente preguntó cuánto de los tres puntos del IVA se destinó para equipar a la Policía Nacional. Luego lanzó una crítica directa al ministro por su trato con delincuentes. Recordó la reunión del funcionario con Fito y la contrastó con el trato a ciudadanos desarmados. “Amenace lo que usted quiera que yo tengo todo lo que a usted le falta”, escribió. La tensión política subió con ese intercambio. En Conaie, la convocatoria al paro continuó con acciones puntuales en varias zonas. El Gobierno insistió en que detendrá a quienes generen violencia durante las protestas. El cruce de mensajes elevó el protagonismo de RC en medio de las movilizaciones. Quedaba pendiente la respuesta institucional tras lo dicho en televisión y en redes.