El riesgo país de Ecuador está que arde. A menos de dos semanas de la segunda vuelta electoral, el índice alcanzó los 1.630 puntos al cierre del 31 de marzo, su nivel más alto en lo que va del 2025. Este salto en el indicador refleja el temor de los mercados internacionales ante un escenario político cada vez más incierto. Desde que se confirmó el balotaje entre Daniel Noboa y Luisa González, el riesgo país se ha disparado 727 puntos. Antes de las elecciones del 9 de febrero estaba en 903. Hoy, la desconfianza es evidente, y los inversionistas internacionales ya están tomando distancia. Los bonos de deuda externa de Ecuador también han caído en picada: los que vencen en 2030, por ejemplo, pasaron de cotizarse a USD 0,77 en enero a USD 0,59 al 31 de marzo. Analistas aseguran que la caída responde a la incertidumbre política, la falta de claridad en las encuestas y el temor a un eventual triunfo del correísmo. El acercamiento entre la candidata González y Pachakutik habría generado ruido en los mercados. Aunque los votos no se transfieren automáticamente, el apoyo político de la Conaie tiene peso social. Además, los antecedentes del expresidente Rafael Correa, quien llevó al país al default en 2008, siguen generando desconfianza. Los inversionistas temen que una victoria de González signifique políticas económicas similares. Santiago Mosquera, de Analytica Securities, advierte que esta incertidumbre aleja nuevas fuentes de financiamiento y encarece los préstamos. Cuando los bonos caen y el riesgo país sube, se vuelve casi imposible conseguir crédito en el exterior. Ecuador enfrenta un escenario complicado justo cuando más estabilidad necesita. Mientras tanto, el mercado exige señales claras y resultados confiables en las urnas. El país está bajo la lupa financiera, y cualquier paso en falso puede salir muy caro.