¿Es posible sentirte ebrio sin haber bebido una gota de alcohol? Sí, y esto puede suceder debido al síndrome de la autofermentación (ABS, por sus siglas en inglés). Esta anomalía, también conocida como síndrome de fermentación intestinal, convierte los hidratos de carbono que consumes en alcohol dentro de tu sistema digestivo.

A pesar de que aún no se conocen con exactitud las causas de este síndrome, se asocia con la sobreproducción de hongos o levaduras en el intestino delgado. Estos microorganismos fermentan los carbohidratos que consumes, produciendo etanol como un subproducto. Este proceso puede provocar síntomas similares a los de la intoxicación alcohólica, como mareos, desorientación y dificultad para concentrarse.

Entre los factores principales que contribuyen al desarrollo del ABS se encuentran las dietas ricas en carbohidratos, el uso prolongado de antibióticos, y ciertas condiciones médicas como la diabetes, el síndrome del intestino irritable (SII), la enfermedad de Crohn y el síndrome del intestino corto.

Los síntomas del síndrome de autofermentación pueden variar en intensidad y frecuencia. Algunas personas experimentan síntomas leves, mientras que otras pueden sufrir episodios más severos de "intoxicación" sin haber bebido. Estos síntomas pueden afectar significativamente la calidad de vida, llevando a problemas en el trabajo, en la escuela y en las relaciones personales.